Cinco escapadas, cuatro destinos

Cinco escapadas, cuatro destinos


Sol, arena y mar, paraíso perfecto que se percibe así siempre y cuando lo disfrutes desde la comodidad de tu camastro, sombra y piña colada en mano, y para esto México es uno de los destinos que sabe cómo consentir.


Seleccionamos una lista de exclusivos hoteles en los que no solamente te sientes en el edén, sino que su ubicación, edificación, armonía (con su entorno), curaduría (en su decoración) y el cuidado en sus detalles, te permitirán relajarte y perderte en la belleza pura del mar.

Alaya en Tulum, Quintana Roo. Un lugar construido por Studio Arquitectos para encontrar la conexión completa con la naturaleza. 18 habitaciones con un alto respeto por el hábitat que, utilizando la ciencia de la permacultura, imita un ecosistema saludable, mejora la biodiversidad y permite una convivencia en armonía con el medio ambiente. No solo ahorran una cantidad sustancial de agua, electricidad, papel, agentes de limpieza, bolsas de plástico, gas butano y diesel, sino que transforman todos sus desechos orgánicos de la cocina y los bares en composta que utilizan para fertilizar su jardín, en el que cultivan algunas de las hierbas aromáticas utilizadas en la cocina. Además ofrecen experiencias de yoga, masajes terapéuticos, kitesurf y buceo.

Casa Kimberly está en el corazón de Puerto Vallarta, Jalisco. Las casas, que pertenecían a Elizabeth Taylor y Richard Burton, se acondicionaron para crear nueve Suites, cada una diseñada individualmente y decoradas con antigüedades, lámparas de araña de cristal y azulejos pintados a mano. Cuenta con un spa con cabinas especiales para recibir a dos personas a la vez, piscina, restaurante al aire libre (La Iguana) con vistas a la ciudad y a la Bahía de Banderas, bar de tequila y el conservado Puente del Amor, que servía para que se encontrara la pareja de actores sin ser captados por la mirada de los paparazzi. El lujoso estilo de vida de Taylor y Burton ha sido recreado y adaptado en este hotel pero con las comodidades del siglo XXI.

Mi amor en Tulum, Quintana Roo, es hotel de 17 habitaciones acurrucado sobre un pequeño afloramiento rocoso donde el mar, la decoración lúdica y su diseño invitan a despertar los sentidos, desconectar, volver a conectar y ser libre. Diseñado el despacho de arquitectos Muro Rojo, cuenta con 1,800 m2 de terreno en los que se celebra la naturaleza y el estilo. Lo mismo podrás relajarte con un chapuzón en una piscina privada que disfrutar de una sesión de DJ en vivo mientras nadas y/o saboreas cócteles en la piscina infinita.

Punta Pájaros en Puerto Escondido, Oaxaca, es un desarrollo ecológico y regenerativo diseñado por el arquitecto Alberto Kalach. El espacio consta de ocho villas independientes en una superficie de 20,000 m2 y 200 metros de playa. Con un diseño consciente, ha logrado recuperar la selva nativa del lugar con la reincorporación de más de 20,000 plantas de diferentes especies, ya que lejos de buscar reducir el impacto en el medio ambiente, la regeneración pretende incrementar la calidad del hábitat y una co-evolución con la naturaleza. Sus villas han sido construidas para tener el menor impacto ambiental posible y su máximo confort.

Verana en Yelapa, Jalisco. Hotel “hecho a mano” rodeado de selva, ya que se despejó la tierra con machetes. La idea original era que solo fuera una casa, pero le siguieron otras estructuras y las piezas se convirtieron en un todo de ocho habitaciones. Está construido con un estilo hippie-chic en los acantilados y es tipo eco-lodge. Encontrarlo es parte de la aventura porque para llegar hace falta que en Puerto Vallarta tomes un taxi que te lleve a Tomatlán, de ahí un bote que navega a través de la Bahía de Banderas y que te llevará a Yelapa, donde unas mulas te esperan sobre las rocas para que el equipaje sea atado a sus espaldas; a partir de aquí solo hace falta que camines por la colina en plena jungla. Vale la pena el camino.

Fotos: Laura Austin

Estos hoteles son una ayuda para conocer la mejor versión de las zonas de playa del país, disfrutando de la sensación constante de estar en el paraíso, rodeado de diseño y sin tener que renunciar al mejor servicio.

*Foto portada de Guillermo Montesinos