Lo rural en lo urbano

Lo rural en lo urbano


La arquitectura no puede separar su origen del desarrollo de la agricultura, ambas disciplinas tienen como fin la subsistencia del ser humano. Algunas ciudades han adoptado modelos productivos para abastecer a sus habitantes, demostrado importantes beneficios urbanos y soluciones a largo plazo. 


Mantener a 10 billones de personas en entornos urbanos para 2050, implica mucha presión ambiental para poder proveer vivienda y sustento alimenticio. La producción habitacional, desde su construcción, así como el consumo de energía de los edificios, posicionan a la industria como una de las más contaminantes. La agricultura por su parte constituye uno de los factores más severos para la degradación del suelo, además de ser responsable del 25% de la huella de carbono y del 70% del consumo de agua. 

En todo el mundo han surgido propuestas replicables de agricultura urbana, mitigando algunos problemas ambientales, y contribuyendo a mejorar la seguridad alimentaria. Emprendedores han discernido la utilidad de fusionar la productividad agrícola con espacios urbanos, y sus proyectos identifican beneficios claves adaptados a diversos contextos. 

Farming Underground Facilities. Thejaan.

Revitalizar espacios residuales

Lugares como terrenos baldíos pueden llegar a convertirse en focos de inseguridad, mientras que espacios remanentes como azoteas tienen pocas posibilidades para su aprovechamiento. Las prácticas de cultivo urbano maximizan la productividad en estos lugares y mejoran la calidad de vida de las comunidades cercanas al enriquecer la calidad paisajística. 

El proyecto Farming Underground es una iniciativa de producción en un lugar olvidado. Dentro de los refugios subterráneos utilizados durante la Segunda Guerra Mundial en Londres, se llevaron a cabo las adecuaciones necesarias para convertir el lugar en un huerto de hidroponia. El ambiente controlado, asegura que cada uno de sus productos es de la mejor calidad posible, su iniciativa es un ejemplo de utilización de espacio residual y ha logrado convertirse en un modelo de negocio rentable. 

Generar Comunidad

Los espacios abiertos son parte clave del esparcimiento de la población, se ha comprobado en diversos estudios psicológicos que tienen implicaciones en la salud. Las áreas verdes reducen el estrés, y en el caso de entornos urbanos, la sensación de hacinamiento. Los huertos urbanos presentan una oportunidad para llevar a cabo actividades al aire libre, que promueven la convivencia comunitaria y contribuyen a la sociedad.

El Huerto Tlatelolco es un proyecto de la organización CultiCiudad, tienen como misión “construir modelos regenerativos, educativos, formativos y de vinculación social en torno al cultivo de alimentos, el cierre del ciclo de nutrientes”. El Huerto Tlatelolco comenzó sus actividades en el 2012, sobre una de las huellas de los edificios derrumbados en el terremoto de 1985, sus prácticas incorporan conocimientos de permacultura y enfocan muchas de sus actividades en integrar a la comunidad, fomentando el tejido y la cohesión social.

Creemos que la agricultura urbana es una herramienta de profunda transformación social, así como una estrategia para combatir el cambio climático, para hacer valer nuestra soberanía y seguridad alimentaria. Los huertos urbanos aportan los beneficios ambientales propios de un área verde urbana de calidad, crean microclimas y hábitats para fauna y flora; permiten cerrar el ciclo de los nutrientes al generar suelo fértil, disminuyen el desperdicio de alimentos, producen hortaliza nutritiva e integran a la comunidad. –Huerto Tlatelolco

Huerto Tlatelolco. Foto @imjustafox y @manumanuti

Beneficios Ecológicos

Al igual que las áreas verdes como parques, las parcelas de agricultura urbana, mejoran la calidad del aire filtrando partículas de CO2. Las azoteas y jardines productivos contribuyen a la disminución de la temperatura de las islas de calor urbanas. Dependiendo de su diseño, estos espacios pueden aprovechar la precipitación y los desechos orgánicos. 

ABF-LAB, un despacho francés, desarrolló una propuesta conceptual de arquitectura, Agro Main Ville. Ellos creen que concebir este tipo de proyectos cataliza la sinergia entre arquitectura y producción de alimentos. La estructura permite flexibilidad en el programa arquitectónico por lo que puede ser utilizado para cultivar, como vivienda o  uso mixto. El edificio está diseñado de tal forma que aprovecha la energía solar e incorporaría en su sistema la captación de agua pluvial. 

 Estamos convencidos de que este tipo de proyecto contribuye a mejorar el ambiente, ayudado por la producción de comida de forma local, saludable y de calidad, reduciendo costos, emisiones CO2 y combustibles fósiles requeridos. -ABF-LAB

Agro-Main-Ville. Imágenes cortesía de ABF-LAB

Mejoramiento urbano 

Existen varios casos de estudio, como MUFI (Michigan Urban Farming Initiative) en Estados Unidos, donde a raíz de la popularización de prácticas de agricultura, se han impulsado mejoras urbanas. Estas comunidades han adoptado el nombre de agrihoods (vecindarios agrícolas) y sus cultivos se entregan de forma gratuita a iglesias y bancos de alimentos. MUFI tiene como meta poder replantear el desarrollo urbano en un área de la ciudad, incorporando su modelo de educación, sustentabilidad y comunidad. De acuerdo al Centro para un Futuro Habitable, de la Universidad Johns Hopkins, existen estudios que sugieren que la presencia de agricultura urbana se puede asociar con vecindarios mejorados, reducción de crimen, y cohesión comunitaria, estos indicadores mejoran el valor de las propiedades. 

Fuente de trabajo

De acuerdo a la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) la agricultura urbana genera un trabajo por cada 100 metros cuadrados en el área de cultivo, marketing, ventas y distribución. La FAO lleva a cabo brigadas de capacitación, en las cuales instruyen a grupos sociales en desventaja a crear sus propios huertos. Esta actividad ayuda a las familias a cubrir sus necesidades alimenticias y puedan vender el excedente. 

En el 2016, el gobierno de París lanzó la iniciativa Parisculteurs, un proyecto cuya meta era cubrir azoteas y muros con 100 hectáreas de vegetación y un tercio del área sería dedicado a agricultura urbana. El programa superó su meta en 2019, y desde entonces se dio atención al área de profesionalización, pues se calcula que han generado más de 250 empleos.  

Bibliografía
FAO. GROWING GREENER CITIES IN LATIN AMERICA AND THE CARIBBEAN. 2014. Roma.